Y al final, siempre la misma historia: Todo empieza por
casualidad, con una simple tontería. Después poco a poco todo va creciendo, lo
que empezó como una tontería, una casualidad, se convierte en algo verdadero y
bastante grande. Pero eso pasa sin que te des cuenta, puedes tardar años, meses
o unos pocos días. Es entonces cuando te das cuenta que no puedes dar marcha
atrás, que esa persona tiene que entrar en tu vida si o si, que lo necesitas para
sonreír... Lo siguiente es; o tenerlo y ser los más felices, o ver como todo se
va a la mierda y cómo caes en picado al suelo. Lo peor de estas historias es
que la mayor parte de las veces pasa lo segundo y, cada historia, cada caída,
es más fuerte que las demás.